Sobre nosotros
BALSEROS: La idea
“BALSEROS” no nació de la noche a la mañana; fue algo que se cocinó a fuego lento en un sofá de Miami, donde un cubano recién llegado vivía un choque cultural aún más fuerte que el que sintió en 1492 cuando Colón “descubrió” América, casualmente a través de Cuba.
¿Cómo explicarle el fenómeno cubano a un francés?
Peor aún, ¿cómo lo explicas sin hablar inglés ?
Para resumir, todos los caminos me llevaron no a Roma, sino a un término que todo cubano nacido en los últimos 65 años ha crecido escuchando: BALSEROS .
Pero ¿qué es un balsero ?
BALSEROS: De la definición colectiva a la interpretación personal
Podría pensarse que es simplemente un sustantivo que describe a alguien que emigró en balsa, o un adjetivo que se refiere a ciertos comportamientos o vestimenta. Pero ser balsero va mucho más allá de la forma en que se llegó a la tierra de las oportunidades. Es un sentimiento que se ha extendido y arraigado en cualquier lugar del mundo donde haya un cubano, que, a estas alturas, es prácticamente en todas partes.
Por un lado, representa la desesperanza, la desesperación y la represión a la que han sido sometidos los cubanos desde el establecimiento de la dictadura castrista. Habla de verse obligado a hacerse a la mar, a encomendarse al destino, a creer que la Virgen de Regla te acompañará y a remar, remar, remar... dejando atrás la infancia, la familia, la cultura, la carrera. Por delante solo queda el mar, la sed de libertad, la esperanza de alcanzar la otra orilla y la satisfacción de que, aunque no lo consigas, al menos moriste en el intento.
Por otra parte, revela los instintos humanos más puros: el deseo de ser libre y el inmenso impulso de avanzar y prosperar sin un gobierno asesino que prohíbe toda forma de pensamiento crítico y creativo.
BALSEROS: El sentimiento
El término balsero ya no sólo describe a los miles de cubanos que se lanzaron al mar huyendo de la dictadura comunista que tomó el poder en 1959. Se ha convertido en el símbolo de toda una nación dividida entre balseros (los que escapamos) y rehenes del régimen (los que se quedaron atrás).
Fueron aquellas primeras almas valientes las que abrieron el camino para que millones de cubanos encontraran en este país, los Estados Unidos de América, y en nuestra capital fuera de Cuba, Miami, el puerto seguro donde podíamos anclar nuestras balsas, tanto literal como simbólicamente.
BALSEROS: El Tributo
BALSEROS es un homenaje a los valientes hombres y mujeres que decidieron dejarlo todo atrás, arriesgar sus vidas en busca de la libertad y un futuro mejor, y comenzar de nuevo en esta bendita tierra que, durante décadas, nos ha recibido con los brazos abiertos y nos ha invitado a contribuir a su desarrollo como nación de inmigrantes.
En esa encantadora isla en medio del Mar Caribe, la llave del Golfo, nacieron y crecieron figuras de renombre internacional. Figuras que han puesto a Cuba en el mapa mundial durante décadas: nuestro Apóstol José Martí, nuestra charanga Celia Cruz, nuestra conguera Gloria Estefan, y muchos otros que han alzado la voz por la libertad del pueblo cubano a través del arte —como Camila Cabello, Pitbull y Gente de Zona—; de la política —como María Elvira Salazar, Mario Díaz-Balart y Marco Rubio—; y de innumerables otras esferas de la sociedad.
Porque eso somos los balseros: gente trabajadora que huyó de una dictadura lista para conquistar el mundo. Gente que, con un enorme sacrificio, ha construido carreras y negocios exitosos desde cero. Un pueblo libre como el viento y fuerte como las olas.
BALSEROS: La Causa
Una causa noble impulsa todo este esfuerzo: ayudar al pueblo de Cuba con medicinas, alimentos y artículos de primera necesidad distribuidos por los embajadores de BALSEROS , quienes garantizan que la ayuda llegue a cada rincón de la isla.
No donamos a distancia ni a través de organizaciones opacas. Se trata de personas de confianza, cercanas y presentes sobre el terreno, que brindan asistencia directamente, de persona a persona, a quienes más la necesitan.
Cada compra no es sólo una prenda, es un acto de solidaridad.